Una de las bases del pueblo judío y la razón de su éxito a lo largo de la historia aparece en la #perasha de la semana y suele pasar desapercibida: prohibido desentenderse. No es sólo un precepto. Es una forma de vida.
por @JonathanBerim
➡Atzlajá y parnasa tova para Yosef David ben Adit
➡Refua sheleima para Rav Rafael Gabriel Eliahu ben Rajel Jaia
Dos amigos aventureros decidieron recorrer un río en un bote inflable. Ahorraron lo suficiente, se pidieron vacaciones del trabajo, sacaron pasajes, compraron el bote y las provisiones necesarias y se lanzaron a la aventura.
Luego de horas de avión, tiempo en micro y un largo tramo caminando por la selva con sus pesadas mochilas de camping, llegaron por fin al imponente río. Entre la vegetación se escuchaba el rugir de las aguas. Inflaron su bote y se hicieron al agua.
En uno de los rápidos del río, no se dieron cuenta de punta filosa de roca que sobresalía del agua y el bote de rasgó. El agua comenzó a entrar y no hubo más remedio que abandonar el bote y todas sus pertenencias.
De repente, los dos amigos se encontraron flotando en la mitad del ancho río. Fue hay que comenzó la discusión sobre que debían hacer. El primero proponía nadar con todas fuerzas para poder alcanzar la orilla y buscar refugio. El segundo planteó que mejor guardar fuerzas, hacer la plancha y dejar que sea el río quién los termine acercando a la orilla. Cada uno puso en marcha su estrategia.
El primero, luego de mucho esfuerzo, logró alcanzar la orilla al cabo de unos minutos. El segundo, luego de horas de flotar, seguía a la deriva y camino al océano, cada vez más lejos del objetivo buscando.
Se trata de una actitud imprescindible para cambiar el mundo: dejar la pasividad y tomar las riendas. No dejarse arrastrar por la corriente sino nadar hacia destino deseado. Requiere mucho esfuerzo pero vale la pena.
Primero debemos trabajar el autoconocimiento. Si no sabemos cuáles son nuestras fuerzas y nuestras debilidades, nuestros gustos y nuestros talentos. No podemos comenzar a andar.
Una vez autoconocidos, debemos fijar metas en pos de desarrollar todo nuestro potencial. Metas a largo y a corto plazo, las primeras para marcar el rumbo, las segundas para la acción concreta del día a día.
Esta idea también se asocia con el buen augurio de #RoshHashana dónde pedimos y deseamos ser “cabeza y no cola”. Ser la locomotora del tren y no un vagón.Este es el secreto judío para encarar la vida. El secreto para triunfar en lo que uno se proponga. Tomemos las riendas.
Excelente reflexion 🙂
Muchas gracias!
Excelentes enseñanzas, muy enriquecedoras
Muchas gracias